DEJAR DE FUMAR LES HA CAMBIADO LA VIDA

Rafael Saavedra, médico en Mondariz (Pontevedra) 
Fumador durante cuatro décadas de 2 cajetillas diarias, se sometió a la terapia en julio 2012, lo dejó en 1 sola sesión. 

"Acudí a la terapia con mucho escepticismo, pero el resultado fue fantástico. No tuve nada de ansiedad. Es más, durante los tres primeros días estuve más relajado que lo que había estado en años!" "Sin embargo un día de más estrés de lo habitual y al ver que lo llevaba tan bien, fumé un cigarrillo y recaí." Al principio solo 2 pipas al día, pero vuelve la adicción". Volvió a repetir una sesión con éxito, esta vez para ser ex-fumador para siempre.

Santiago Gómez, de Navia, Vigo, 
lleva sin fumar desde julio 2012, llevaba casi treinta años consumiendo dos cajetillas diarias: 

"Yo soy experto en dejar de fumar porque ya lo había intentado unas cuantas veces con mayor o menor resultado. Pero a diferencia de otras ocasiones, con esta terapia no me han vuelto a entrar ganas de fumarme un cigarro. Es más, ahora me molesta el olor a tabaco"

Mónica Galiana, de Tomiño,

"hay ciertos momentos puntuales que me recuerdan el cigarrillo, pero no tengo "mono", afirma. Fumadora desde el instituto fueron sus hijas quienes le animaron a abandonar el tabaco y tras una sola sesión de softláser en julio 2012, solo ve ventajas en su decisión. "el sistema circulatorio, la respiración, incluso a nivel estético, ya que tengo el cutis mucho mejor... Lo he notado a todos los niveles, también el económico".

Marina Freire, de Teis, Vigo
Dejo de fumar en septiembre 2012, todo un logro para esta fumadora a la que le costó un poco más necesitando una 2ª sesión al día siguiente ya que tuvo ansiedad el primer día:

 "El cigarrillo es un "amigo" de toda la vida y los primeros días lo eché mucho en falta, pero al cabo de unos días el cerebro lo va asimilando y llega un momento en que las ganas de fumar se convierte en un pensamiento fugaz"

Sara Roldán, de Salvatierra, psicóloga: 

" Decidí hacer la terapia tras un examen de cinco horas. Me moría por un cigarrillo. Salí y fumé cuatro seguidos. Me dio una angustia tan grande que decidí dejarlo" Tras someterse a una sesión en febrero 2013, esta joven de 30 años recomienda la terapia soft-láser "No sientes ansiedad pero para acabar de una vez por todas con el hábito hay que estar muy mentalizado"

Carlos Rodríguez Romero, de Ourense
Lleva sin fumar des julio 2012 tras 2 sesiones del método soft-láser.

 "El tratamiento me ayudó mucho, sobretodo los primeros días. Pero después eres tú quién realmente tienes que mentalizarte de que no puedes volver a fumar"

Celia Silva, de Vigo
Se olvidó de lo que era fumar después de una sola sesión en julio 2012, aunque tuvo que repetir el tratamiento (sin coste) al cabo de unos meses porque recayó 

"Me llegó con unas sola sesión. Pero como me fue tan fácil dejarlo, pensé que podía controlarlo y al cabo de un mes y pico volví a fumarme un cigarrillo en una boda y recaí. Aunque fumaba 5 a 8 pitillos al día, una cifra muy alejada de la cajetilla larga que consumía antes del tratamiento, decidí hacer de nuevo la terapia Soft-láser para dejarlo definitivamente. "Ahora puedo asegurar que no volveré a fumar un cigarrillo, porque si coges uno, la adicción se despierta otra vez y detrás del primero siempre vienen más". Celia también pudo beneficiarse de la gran ventaja de poder repetir el tratamiento sin volver a pagar, en el plazo de 1 año.

Carlos Pereira, albañil de Vigo.
Con la terapia soft-láser en septiembre 2012 dejo de fumar tras más de 30 años consumiendo dos cajetillas y media diarias.

 "Los milagros no existen. Esta terapia es de gran ayuda, pero la fuerza de voluntad es necesaria. Como cualquier droga, no puedes dejarlo a medias".